martes, 15 de abril de 2008

Super3c


El proyecto, de tres años de duración, tiene un coste total de 4,4 millones de euros, de los que la Unión Europea (UE) aporta 2,7 millones. Se prevé que el cable tenga una longitud de 30 metros y su fabricación requiere conocimientos diversos, desde ciencia de materiales, hasta ingeniería eléctrica.

Los cables de segunda generación se basan en una cinta recubierta con capas cerámicas, una de las cuales es superconducta, una propiedad por la cual un material sometido a bajas temperaturas pierde su resistencia eléctrica y expulsa completamente el campo magnético de su interior. Así, el material puede transportar una corriente eléctrica muy elevada sin pérdida de energía.

El proyecto no sólo busca mejorar las prestaciones de los cables actuales, sino también reducir los costes de producción. Las centrales eléctricas han de producir actualmente más energía de la que realmente se necesita para compensar la energía que se pierde. De este modo, el proyecto también aspira a que este aumento en la eficacia energética contribuya a disminuir la generación de gases de efecto invernadero.

No hay comentarios: